La Coordinadora Europea de Comités y Asociaciones por Palestina (ECCP por sus siglas en Inglés), la mayor coalición europea de organizaciones de solidaridad con el pueblo palestino en su lucha por la libertad y la justicia, da la bienvenida a las nuevas Directrices publicadas por la Unión Europea. Después de años de limitarse a criticar al Gobierno israelí por sus numerosas violaciones al Derecho Internacional, la Unión Europea finalmente ha tomado medidas concretas al desarrollar unas directrices que establecen que la financiación de la UE, sus donaciones e instrumentos financieros no podrán ser utilizados para financiar entidades o actividades israelís en las zonas ocupadas por Israel en 1967.
Las nuevas Directrices requieren que los proyectos financiados por la Unión Europea, así como los firmados por los Estados miembros de la UE, que reciban fondos de instituciones de la UE, incluyan una cláusula que establezca que los asentamientos no son parte del Estado de Israel y consecuentemente no podrán ser parte del acuerdo firmado. Por lo tanto, el Gobierno de Israel a la hora de firmar cualquier acuerdo futuro con la Unión Europea tendrá que reconocer por escrito que los asentamientos en Cisjordania no forman parte de Israel.
Una vez que las Directrices entren en vigor el 1 de enero de 2014, todas las empresas, instituciones o fundaciones con sede en los asentamientos israelís no serán elegibles para beneficiarse de subvenciones, becas, premios e instrumentos financieros de la UE. Las Directrices se basan en una decisión adoptada en diciembre de 2012 por el Consejo Europeo y en declaraciones previas de la UE, que confirman que los asentamientos israelís son ilegales según el Derecho Internacional. Por lo tanto, este constituye un primer paso en la aplicación del no-reconocimiento por parte de la UE de la soberanía del Estado de Israel sobre Cisjordania, Gaza, Jerusalén Este y los Altos del Golán sirio.
La política israelí de asentamientos es ilegal según el Derecho Internacional. Actualmente, los asentamientos, en los que viven más de 520.000 ciudadanos judíos israelís, han provocado la demolición de más de 28.000 casas y diversas estructuras palestinas, causando el desplazamiento de más de 180.000 palestinos de su patria y la confiscación de su tierra para uso exclusivo de los judíos de Israel, lo que constituye una flagrante violación de la Cuarta Convención de Ginebra. El desplazamiento forzado de la población palestina, junto con el sistema israelí de puestos de control, y sus cierres, la necesidad de permisos de viaje- incluso para el desplazamiento entre Cisjordania y Jerusalén Este- tienen un grave impacto económico, humanitario y psicológico sobre la población palestina que coarta el desarrollo de su propia economía. Por lo tanto, la ocupación y la política de colonización israelí constituyen uno de los principales obstáculos para el logro de una paz justa y duradera.
La ECCP acoge con satisfacción la publicación de las Directrices de la UE, a pesar de la intensa presión de Israel y EE.UU para su posposición, como un primer paso positivo. Consecuentemente, la Coordinadora Europea de Comités y Asociaciones por Palestina exhorta a la UE a:
– Garantizar la plena aplicación de las Directrices y trabajar hacia la adopción de medidas similares por parte de todos los Estados miembros de la UE.
– Adoptar instrumentos vinculantes para prohibir que cualquier producto fabricado, cultivado o empaquetado en asentamientos israelís pueda acceder al mercado europeo.
– Poner fin a la financiación de la investigación llevada a cabo por empresas militares israelís que, entre otros delitos, realizan sus ‘pruebas de campo’ de sus sistemas mortales contra población civil palestina.
Es necesaria una legislación vinculante, exhaustiva y que sea plenamente implementada, junto con una verdadera voluntad política de las autoridades europeas y de los Estados miembros para garantizar que los gobiernos de la UE y sus respectivas empresas se aleje de la actual complicidad con el sistema ilegal e injusto de Apartheid contra el pueblo palestino.